El Dolor



¿Sabes por qué sientes dolor?
Porque quieres poseer.
Intentas retener el agua en tus manos
y aprietas.
Cuanto más cierras tus manos antes se aleja de ti,
se desliza y cae al suelo perdiéndose.
Por mucho que quieras,
si te inclinas,
solamente tomarás un puñado de tierra
mas el agua sigue su camino.

Así somos,
como gotas de agua,
vivas,
inquietas.
A nadie pertenecemos y nadie puede poseernos.
Deja que la vida y lo que contiene fluya
y,
tú con ella.

Una, dos, tres…
millones de gotas unidas,
siendo libres
en el océano de la vida,
en la nube de tus pensamientos.
Descendiendo libres,
empapando la tierra
y a ti.

Abre tu mano,
déjame caer y seguir mi camino.
Sólo si de verdad tienes sed,
haz con tus manos un cuenco
y bébeme lo justo,
lo imprescindible.

Te calmo,
te doy la vida y sigo mi destino.
Y si así lo deseas,
conviértete en una gota de agua,
fluye con la Vida,
conmigo,
con millones de nosotras.

El día que descubras esta realidad
dejarás de sufrir
en la vida…
y en la muerte.


Ángel Khulman