El Espíritu y el Alma: Max Heindel



El Alma; el intelecto o la mente humana, el eslabón entre el Ego o el triple Espíritu (Espíritu Divino, Espíritu de Vida y el Espíritu Humano), y el triple cuerpo (Cuerpo de deseos o astral, cuerpo físico etérico y cuerpo físico denso).

Durante la vida, el Ego trabaja sobre el triple cuerpo mediante su vestidura; la mente o el cuerpo mental concreto, que debe actuar como foco entre el Ego y el triple cuerpo. Por lo que el trabajo que realiza el Ego verdaderamente consiste, en conformar la triple Alma; la cual es la espiritualización, del triple cuerpo.

Y en la medida que usemos más la mente; para que se manifieste el Ego por el triple cuerpo con buenas intenciones, más se espiritualizará el Alma.

Así como los alimentos nutren y sostienen al cuerpo físico denso materialmente, igual hace el Espíritu Divino con el cuerpo físico denso sustentándolo con los impactos externos y la experiencia gravada como memoria; para el cuerpo físico denso realice, Buenos Actos (Como por ejemplo, alimentar al hambriento). Asi, se estimula el crecimiento del Alma Consciente; por lo que todo cuanto el cuerpo físico denso haya sido trabajado por el Espíritu Divino se llama, Alma Consciente. El cuerpo físico denso, es la contraparte material del Espíritu Divino. Y para desarrollar el Alma Consciente se debe emplear la Auto-observación; sobre todo, con los deseos de los cinco sentidos. Para así obtener una correcta información de los hechos del entorno y lograr ver la verdad, con claros y definidos detalles. Pues si se permite que sean los caprichos de los sentidos los que conduzcan nuestra vida, siempre estaremos cometiendo graves errores; por realizar, actos inconscientes.

Así como las fuerzas solares circulan y actúan en el cuerpo físico etérico; para que obre y sostenga el cuerpo físico denso, igual hace el Espíritu de Vida con el cuerpo físico etérico, al enviarle impulsos para que razone y genere Buenos Pensamientos (Como por ejemplo, enseñar al prójimo a pescar; en vez, de dar el pescado). Por lo que cuando se ligan las vivencias pasadas y presentes en la memoria; se razona o discierne, se infunde el crecimiento del Alma Intelectual; la cual emerge del cuerpo físico etérico y su crecimiento aumenta, el poder del Espíritu de Vida. Porque el cuerpo físico etérico es la contraparte material, del Espíritu de Vida. Y todo cuanto del cuerpo físico etérico haya sido trabajado por el Espíritu de Vida; se convierte, en Alma Intelectual. La cual; a la vez funge, como mediador entre el Alma Emocional y el Alma Consciente. Y sólo por el Discernimiento o la facultad del entendimiento, es cómo podemos distinguir el bien y el mal, lo correcto e incorrecto, lo real e irreal, lo esencial e innecesario, lo duradero y lo efímero y lo verdadero y lo falso; para así desarrollar el Alma Intelectual, que nos dará el primer impulso hacia la vida superior.

De parecida manera, los Buenos Sentimientos o Deseos del cuerpo astral; materializados en hechos, es lo que alimenta el Alma Emocional: La cual; como extracto del cuerpo astral, aumenta la eficiencia del Espíritu Humano o la contraparte espiritual del cuerpo astral. Todo del cuerpo astral, que haya sido trabajado por el Espíritu Humano; es transmutado, como Alma Emocional: La que finalmente es asimilada por el Espíritu Humano; cuyo cuerpo especial, es el cuerpo astral.

Por otra parte, sólo con la Devoción o la capacidad de los sentimientos que nos permite aspirar a elevados ideales y desarrollar las facultades anímicas(1) del cuerpo astral, se logra subyugar los instintos inferiores (Deseos, impresiones y pasiones) del cuerpo astral; para finalmente desarrollar, el Alma Emocional.

Con la gráfica adjunta, se puede recapitular exponiendo; que si, se realizan buenos actos; proyectados por el Espíritu Divino, y se emplea la auto-observación, se origina el crecimiento del Alma Consciente.

Si se tienen buenos pensamientos; promovidos por el Espíritu de Vida, y se utiliza el discernimiento, se promueve el desarrollo del Alma Intelectual.

Y finalmente, si se tienen buenos deseos; estimulados por el Espíritu Humano, y se practica la devoción, se incitará el progreso del Alma Emocional.

Consecuentemente, todos los buenos actos, pensamientos y deseos que se generen en la presente vida, estimulados por la auto-observación, el discernimiento y la devoción, serán las energías que coadyuvarán a la formación del Alma Consciente, el Alma Intelectual y el Alma Emocional respectivamente.

Pero como lo demuestra la lámina adjunta, todo el mal realizado en una encarnación, es asimilado por el Alma en el Purgatorio, en el 1er. Cielo (Del mundo astral), mediante la purificación dolorosa. Y cuando el Alma se eleve al 2do. Cielo (De la región mental concreta), asimilará como rectitud en la mente, todo el bien realizado en la pasa vida.

Para que finalmente sea el Ego o el Espíritu; en el 3er. Cielo (De la región mental abstracta o Causal o del Espíritu Humano), quien absorba todo el bien pensado, sentido y realizado como esencia mental y anímica.

(1) Vida Anímica (Buenos progenitores, trabajadores sociales, deportistas, etc.), Luz Anímica (Toda clase de artista) y Poder Anímico (Científicos, inventores, pensadores, religiosos, educadores, etc.).

Por gentileza de Jorge E. Morales H.