El Camino de la Felicidad es el Camino de la Aceptación y la Ausencia de Deseos. [reposición]


La ACEPTACIÓN deriva entonces de aceptar, desde tu personalidad, tu ego limitado, el plan mayor que TU ALMA ha elegido para esta encarnación, aunque no alcances a comprenderlo del todo. Y ESO ES LO QUE TE DA PODER.

¿Por qué no sueles Aceptar tu vida tal y como Es?, porque tus deseos están demasiado presentes.

Cualquier momento en el que tú te opones a lo que Es, no lo quieres reconocer y agradecer, y deseas que algo más ocurriera, que algo diferente estuviera, eso ya es un simple deseo. La no-aceptación, es básicamente un sinónimo de deseo, cuando no aceptas algo deseas algo más, y esto es lo que te trae sufrimiento porque estás rechazando lo que Hay, lo que Es, lo que Tienes.

La aceptación es la verdad que nos ayuda a asumir la realidad tal como es, la aceptación no es resignación, ni lástima, ni conformismo. Todas estas actitudes son pasivas frente a la realidad personal. Sólo la aceptación es activa, creadora, transformadora, transfiguradora y dinámica.

¿Cuál es la diferencia? LA ACEPTACIÓN DA PODER. La resignación nos lo quita.

La ACEPTACIÓN viene de entender que existe un plan para nuestra vida, el cual es parte del plan mayor de la vida, y que, en última instancia, todo está bien en este momento presente, en función de ese plan.

La RESIGNACIÓN, en cambio, implica creer que somos seres impotentes, a merced de fuerzas poderosas que se sirven de nosotros para sus propios planes, o simplemente seres abandonados a la deriva, al azar, en un universo sin sentido.

PERO ATENCIÓN: aceptar el presente NO EXCLUYE decidir CAMBIAR EL FUTURO, y trabajar por ello. Esa es la gran diferencia. Esa es la ACEPTACIÓN que nos da PODER: Aceptamos el presente, y trabajamos por cambiar el futuro.

El Tao tiene una máxima que reza así,

``El tao no hace nada, y no deja nada sin hacerse.``

La Aceptación no lucha, no opone resistencia, no hace nada, y a la vez, no deja nada sin hacerse. Aceptar es actuar sin actuar, tan solo aceptas, e inmediatamente el camino se te allana. Dejas actuar al Universo, cuando tú no estás, no interfieres, el Universo actúa por ti. Dejas de ser existencial y te conviertes en la existencia. La paradoja es la propia naturaleza de la existencia.

A través de la aceptación es que la maestría llega a nuestras vidas con tantas bendiciones ocultas que podemos no comprender al principio, pero en poco tiempo terminan siendo revelaciones transparentes de cómo la energía divina nos envuelve, guía, protege y hace lo suyo en forma impecable.

Acepta la vida como es. Aceptándola, desaparecen los deseos, desaparecen las tensiones, desaparece el descontento. Aceptándola tal como es, uno comienza a sentir mucho gozo y por ningún motivo en especial. Cuando la alegría tiene un motivo, no durará mucho. Cuando la alegría no tiene motivo alguno, durará para siempre.

La ACEPTACIÓN deriva entonces de aceptar, desde tu personalidad, tu ego limitado, el plan mayor que TU ALMA ha elegido para esta encarnación, aunque no alcances a comprenderlo del todo. Y ESO ES LO QUE TE DA PODER.

"La única causa del sufrimiento es la inhabilidad de aceptar lo que está pasando."

"Allí donde no acepto algo, está mi tarea pendiente de aprendizaje en mi vida."

"Lo que no se aprende por el camino de la aceptación, debe aprenderse por el dolor."

Namastè